¿Qué es la huella de carbono en logística?
La huella logística se refiere al impacto ambiental total que generan todas las actividades relacionadas con el movimiento, almacenamiento y gestión de bienes a lo largo de la cadena de suministro.
Piensa en ella como la cantidad de «tierra» que necesitamos para sostener nuestras operaciones logísticas en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, consumo de recursos naturales (energía, agua, materiales), generación de residuos y otros impactos ambientales.
Para desglosarlo aún más, la huella logística abarca:
- Transporte: Las emisiones de CO2 y otros contaminantes del aire generados por camiones, barcos, aviones y trenes utilizados para mover mercancías.
- Almacenamiento: El consumo de energía para iluminación, climatización y la huella de carbono de la construcción y operación de almacenes.
- Embalaje: El uso de materiales, la generación de residuos de embalaje y su disposición final.
- Infraestructura: El impacto de la construcción y mantenimiento de carreteras, puertos, aeropuertos y centros de distribución.
- Procesos: El consumo de energía y recursos en la gestión de inventarios, la planificación de la demanda y otras actividades logísticas.
¿Por qué es importante la huella logística?
- Sostenibilidad: Comprender y reducir la huella logística es crucial para avanzar hacia cadenas de suministro más sostenibles y mitigar el cambio climático.
- Eficiencia: A menudo, las iniciativas para reducir la huella logística, como la optimización de rutas o el uso de embalajes más ligeros, también conducen a una mayor eficiencia operativa y reducción de costos.
- Regulaciones y expectativas del consumidor: Cada vez más, las regulaciones ambientales y las demandas de los consumidores exigen prácticas más sostenibles por parte de las empresas.
Ejemplos concretos de cómo se manifiesta la huella logística:
- Un camión diésel que transporta mercancías genera una huella de carbono por las emisiones de su motor.
- Un almacén que utiliza iluminación tradicional y sistemas de climatización ineficientes tiene una mayor huella energética.
- El uso excesivo de embalaje no reciclable contribuye a una mayor huella de residuos.
Como puedes ver, la huella logística es una métrica clave para entender y gestionar el impacto ambiental de nuestras operaciones logísticas y de la cadena de suministro en general. Como expertos, nuestro objetivo es medirla, analizarla y, lo más importante, implementar estrategias para reducirla en la búsqueda de una logística más verde y eficiente.
Ejemplos concretos de cómo se manifiesta la huella logística:
Medir la huella de carbono en una operación logística implica cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por todas las actividades logísticas. Aquí te explicamos cómo se hace, desde nuestra perspectiva:
El Enfoque por Alcances (Scopes):
Medir la huella de carbono en una operación logística implica cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por todas las actividades logísticas. Aquí te explicamos cómo se hace, desde nuestra perspectiva:
La metodología más común y aceptada para medir la huella de carbono se basa en la división de las emisiones en tres alcances, según el Greenhouse Gas (GHG) Protocol:
- Alcance 1: Emisiones Directas. Son las emisiones provenientes de fuentes que son propiedad o están controladas por la empresa logística. En este contexto, incluiría:
Combustión en vehículos propios (camiones, furgonetas, montacargas, etc.).- Combustión en instalaciones (calderas, generadores).
- Fugas de refrigerantes de equipos propios.
- Alcance 2: Emisiones Indirectas por Electricidad. Son las emisiones generadas por la producción de la electricidad que la empresa logística consume. Esto incluye la electricidad utilizada en:
Almacenes (iluminación, climatización, equipos).- Oficinas.
- Centros de distribución.
- Alcance 3: Otras Emisiones Indirectas. Esta categoría abarca todas las demás emisiones indirectas que ocurren como consecuencia de las actividades de la empresa, pero que no son propiedad ni están controladas por ella. En la logística, este alcance es a menudo el más significativo y complejo de medir, incluyendo:
Transporte de mercancías contratado: Emisiones de los transportistas externos.- Viajes de negocios del personal.
- Emisiones «well-to-tank» de los combustibles utilizados (la energía necesaria para extraer, refinar y transportar el combustible).
- Emisiones del ciclo de vida de los bienes y servicios comprados (incluido el embalaje).
- Gestión de residuos.
- Desplazamiento de los empleados.
El Proceso de Medición:
1. Definir los límites de la medición | ¿Qué actividades y qué partes de la cadena de suministro se van a incluir? ¿Se medirán los tres alcances o solo algunos? |
2. Recopilación de datos de actividad | Se necesitan datos concretos sobre las actividades que generan emisiones. Esto puede incluir: – Kilómetros recorridos por tipo de vehículo y consumo de combustible. – Cantidad de electricidad consumida. – Peso y distancia de las mercancías transportadas por terceros. – Cantidad y tipo de embalaje utilizado. – Datos de residuos generados. |
3. Aplicación de factores de emisión | Una vez que se tienen los datos de actividad, se multiplican por los factores de emisión correspondientes. Los factores de emisión son coeficientes que representan la cantidad de GEI liberada por unidad de actividad (por ejemplo, kg de CO2 por litro de diésel, kg de CO2 por kWh de electricidad, etc.). Estos factores varían según la ubicación geográfica, el tipo de combustible, la tecnología, etc. |
4. Cálculo de las emisiones | Se suman las emisiones calculadas para cada fuente y alcance, generalmente expresadas en toneladas de dióxido de carbono equivalente (tCO2e) para tener una métrica unificada que considera el potencial de calentamiento global de los diferentes GEI. |
Medir la huella de carbono en una operación logística es un proceso que requiere identificar las fuentes de emisión, recopilar datos de actividad relevantes y aplicar factores de emisión para cuantificar el impacto en términos de tCO2e. Es un paso fundamental para entender el impacto ambiental y poder implementar estrategias de reducción.
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¿Qué actividades logísticas generan más emisiones de CO₂?
Desde una perspectiva de logística y cadena de suministro, las actividades que típicamente generan la mayor cantidad de dióxido de carbono (CO2) son:
1 .- El Transporte de Mercancías: Esta suele ser la fuente de emisiones más significativa.
- Transporte por carretera (camiones): Especialmente los vehículos con motores diésel, debido al gran volumen de mercancías que mueven y las largas distancias recorridas.
- Transporte marítimo: Aunque por unidad de carga y distancia suele ser más eficiente que el transporte aéreo o por carretera, el volumen total de mercancías transportadas a nivel global hace que sus emisiones sean considerables.
- Transporte aéreo: Es el modo de transporte con las emisiones de CO2 más altas por unidad de carga y distancia. Aunque el volumen de carga aérea es menor que el marítimo o terrestre, su impacto por cada envío es alto.
2 .- El Almacenamiento:
- Consumo de energía para climatización: Almacenes refrigerados o con control de temperatura pueden tener un alto consumo energético y, por lo tanto, una mayor huella de carbono dependiendo de la fuente de electricidad.
- Consumo de energía para iluminación: Almacenes grandes requieren mucha iluminación, que si no es eficiente (por ejemplo, con tecnología LED o energía renovable), puede contribuir significativamente a las emisiones indirectas (Alcance 2).
3 .- El Embalaje:
- Aunque directamente no emite CO2 durante su uso en la logística, la producción de los materiales de embalaje (plástico, cartón, etc.) es intensiva en energía y puede generar una cantidad considerable de emisiones en su ciclo de vida (Alcance 3).
Es importante notar que la contribución relativa de cada actividad puede variar significativamente dependiendo de la industria, la geografía y las características específicas de la cadena de suministro. Por ejemplo, una cadena de suministro con muchos productos refrigerados tendrá una mayor proporción de emisiones provenientes del almacenamiento.
¿Qué diferencia hay entre huella directa e indirecta en logística?
La diferencia entre la huella de carbono directa e indirecta se alinea con los Alcances 1 y 2 del GHG Protocol que mencionamos antes:
Huella de Carbono Directa (Alcance 1): Se refiere a las emisiones de gases de efecto invernadero que son directamente generadas por fuentes que son propiedad o están controladas por la empresa logística. | Ejemplos en logística: – Emisiones de los vehículos de transporte propios (camiones, furgonetas) debido a la quema de combustible. – Emisiones de montacargas o maquinaria que utilizan combustibles fósiles. – Emisiones de calderas o sistemas de calefacción propios en almacenes u oficinas. – Fugas de refrigerantes de equipos propios. |
Huella de Carbono Indirecta (Alcance 2): Se refiere a las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la generación de la electricidad que la empresa logística compra y consume. Aunque la empresa no genera directamente estas emisiones, es responsable de ellas debido a su consumo energético. | Ejemplos en logística: – Emisiones generadas en las centrales eléctricas por la producción de la electricidad utilizada para la iluminación, la climatización y el funcionamiento de los equipos en almacenes, centros de distribución y oficinas. |
Es importante distinguir estas categorías para poder identificar las fuentes de emisión y desarrollar estrategias de reducción efectivas en cada área. Además de estas, existe la huella de carbono indirecta (Alcance 3), que es aún más amplia y abarca todas las demás emisiones indirectas en la cadena de valor (transporte contratado, embalaje, etc.).
En ABC Logística integramos e implementamos estrategias para reducir la huella logística sin obstaculizar la calidad en el servicio de tu negocio.
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